Ronaldo & Suárez destrozando al Pucela y de la Pisa haciendo la cobertura

Cunde la indignación entre los aficionados del Real Valladolid por las decisiones arbitrales y la interpretación del polémico VAR. Pero, sobre todo, por el desamparo de la actual directiva que temen lleve al club al hoyo de la Segunda División. La eliminación de la Copa del Rey por un penalti rigurosísimo frente al Getafe que el árbitro no señaló en primera instancia y el gol anulado ante al Levante tras cinco minutos de parón para revisar las tomas de la jugada, han caído como una losa sobre una afición que demanda que los actuales dirigentes defiendan los intereses del club.

La grada piensa hacerlo el próximo domingo en el partido frente al Celta de Vigo con 15.000 tarjetas rojas que repartirán las peñas y una sonora pitada a José María Sánchez Martínez, el árbitro del encuentro. Quieren escenificar una protesta que consideran deberían haber apoyado los actuales dirigentes, quejándose formalmente ante la Federación, como han hecho otros equipos.

La mayoría de los clubes se han reunido a principio de temporada con el Comité Técnico de Árbitros para la charla explicativa sobre el videoarbitraje pero los impresentables directivos del Real Valladolid, con Suárez a la cabeza y el “desaparecido” Ronaldo, no han podido hasta ahora por cuestiones de agenda. La afición intuye que los cuantiosos sueldos de la cúpula pucelana, formada casi en su mayor parte por la familia Suárez, no son aliciente para que se ocupen de algo tan importante como es mantener una buena relación con los árbitros y disipar las dudas respecto al funcionamiento del controvertido VAR.

Los aficionados hace semanas que pide a gritos a su presidente y máximo accionista que se moje de alguna forma sobre los arbitrajes y el trato del VAR al club, pero Ronaldo apenas pronunció unas tibias declaraciones en Twitter tras la eliminación copera: "Gracias chicos porque tuvimos el partido. El VAR está para corregir errores pero no los elimina todos. Seguimos trabajando". VER-GON-ZO-SO

La indignación es mayúscula, porque Ronaldo es vocal de la Federación Española de Fútbol y todo el mundo sabe que podía haber hecho mucho más. Suárez ha intentado tapar la desidia, inacción o mala fe de su presidente asegurando que está trabajando mucho en este tema, aunque no quiera salir en la prensa. Pero son ya muchos los que piensan que no aparece en la prensa porque no hay movimientos a favor del club.

Y no hay movimientos, seguramente porque Ronaldo está ocupado en otros menesteres. Desde que recaló en el club, ha dado prácticamente la vuelta al mundo, aunque lo hace tranquilo porque ya se encargan los palmeros de la actual directiva de justificar lo injustificable. El último artículo de Eloy de la Pisa en el Norte de Castilla comenzaba haciéndose eco de lo que pregunta toda la afición: ¿Dónde andará Ronaldo? ¿Dónde ha estado el presidente el último mes de 2018 y casi todo el primero de 2019?

Según el periodista, no es hombre que viaje de incógnito ni utilice zonas VIP porque le entusiasma la transparencia, pero a la afición lo que le molesta es que su presidente haga mutis cuando el juego está en entredicho; cuando se pierde la Copa y hasta la permanencia peligra; cuando lo que le hace falta al club es que se busquen delanteros y que se ponga dinero para fichajes.

Ronaldo ha estado en América y Asia como presidente del club y también ha visitado varios países como miembro del programa Leyendas de la FIFA. Pero para el periodista de cabecera de la actual directiva, estos viajes son fantásticos porque ofrece al Real Valladolid repercusión y publicidad. Aunque lo más risible de esta defensa a ultranza es cuando asegura que está rechazando innumerables premios que se le quieren otorgar porque no ve que pueda suponer un beneficio para el club. Según el periodista, Ronaldo busca incansable nuevos patrocinios que reporten ingresos. Pero como, evidentemente, cuando llegó Ronaldo ya estaban cerrados todos los patrocinios, el periodista sigue su defensa a ultranza asegurando que el proyecto social del presiente demanda muchas explicaciones y necesita más ingresos que vendrán, suponemos, de los lugares más remotos del Planeta.

Mientras tanto, los aficionados siguen preguntándose por qué no utiliza Ronaldo sus influencias en la Federación Española de Fútbol para defender a un club que, mientras recorre el mundo, agoniza entre la injusticia y la necesidad del empuje financiero que prometió la actual directiva a su llegada.