El Real Valladolid, a la deriva y sin timón
- informavalladolid
- 4 mar 2019
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El Valladolid ha vuelto a caer, contabiliza sólo dos victorias en los últimos 16 encuentros y es el único equipo con menos de un tanto por partido, así que es tiempo de reflexión en el vestuario y las oficinas del club ante la llegada del Real Madrid al José Zorrilla. Jugadores y técnico deben hacer autocrítica, pero gran parte de la culpa de estos malos resultados es de una directiva sin proyecto, sin ideas y a la que muchos acusan de estar utilizando al Pucela en beneficio propio.
Uno de los errores más graves ha sido no renovar a Mata y no por razones relacionadas con su rendimiento en el terreno de juego, sino por un enfrentamiento personal. Ha sido una gran equivocación no darse cuenta de lo que suponía prescindir de él en la plantilla, pero más aún no presentar una alternativa. Y Fran Albert, el preparador físico que puso al vestuario en órbita la temporada pasada y uno de los activos que hizo posible el ascenso a la Primera División, tampoco sigue en el club. El resultado es que el rendimiento del equipo ha caído en picado.
Cada vez está más claro que la política de Suárez Sureda sigue siendo la misma tras la entrada de Ronaldo: exprimir al club en beneficio del accionista sin realizar ninguna inversión. Los errores de gestión, la pérdida de rentabilidad, las lesiones y los malos resultados se contrarrestan con una estrategia de comunicación basada en promesas que nunca se llevarán a cabo. Los ejemplos anteriores ponen en evidencia que no hay voluntad ni fondos para invertir en el capital humano que garantice el futuro del club que pasa, claro está, por la permanencia en la Primera División.
Cada vez son más los aficionados que creen que haber dejado la gestión en manos de quienes llevan años cometiendo los mismos errores sólo llevará al Real Valladolid al desastre. Y no sólo por la falta de conocimientos y de visión estratégica, sino, sobre todo, porque el actual presidente está poniendo en riesgo al club al priorizar su interés personal y patrimonial. Su empeño en quedarse con la gestión, cobrando por ello y haber potenciado la estructura deportiva con personas de su confianza, así como la aprobación del concurso de acreedores en beneficio del accionista mayoritario y en perjuicio del resto, son las pruebas de que está usando al Real Valladolid para potenciar su carrera profesional y obtener el máximo rendimiento personal.
Ante este estado de cosas, hubiera estado bien que la última entrevista a Ronaldo Nazario en La 8 de Castilla y León hubiera sido un poco más incisiva. El actual propietario del club se apresuró a precisar que no hay ningún grupo inversor detrás, pero la pregunta debiera haber sido si sus acciones están, en todo o en parte, puestas en garantía en alguna operación, o, como hizo Suárez Sureda, con algún tipo de carga que los socios, accionistas y seguidores deban conocer porque pueda afectar o condicionar la gestión del club. O, incluso, si está en sus planes dar entrada a inversores revendiendo el Valladolid.
Además, se hacía necesario inquirir al actual propietario sobre si hubiera sido conveniente una ampliación de capital ante las necesidades de fichajes en el mercado de invierno o si cree que habrá alguna empresa que financie inversiones si el club no pone nada. Por otro lado, son muchos los que se preguntan por la transparencia de la que ha hecho gala Ronaldo, que contrasta con el hecho de que haya desaparecido de la web del club el nombre de los accionistas y su porcentaje de participación. Y en esa misma línea, ¿Por qué no saber cuánto se pago por Stiven Plaza, incluidas comisiones?
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